lunes, 25 de febrero de 2019

Tradiciones ancestrales burgalesas: los zamarrones, zarramacos, cachibirrios...

Imagen del Zamarro de Poza de la Sal. Tomada por Pablo Puente y publicada en el blog de Zález

"Estando en estas pláticas, quiso la suerte que llegase uno de la compañía, que venía vestido de bojiganga, con muchos cascabeles, y en la punta de un palo traía tres vejigas de vaca hinchadas; el cual moharracho, llegándose a don Quijote, comenzó a esgrimir el palo y a sacudir el suelo con las vejigas, y a dar grandes saltos, sonando los cascabeles, cuya mala visión así alborotó a Rocinante, que, sin ser poderoso a detenerle don Quijote, tomando el freno entre los dientes, dio a correr por el campo con más ligereza que jamás prometieron los huesos de su notomía.".
El Ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. Segunda parte.
Estamos hablando de esos peculiares personajes carnavalescos que en Cantabria se llaman moharracho, rabonero, zamarrón, zarramaco, zorromaco o zorromoco. En Palencia birria, botarga, chiborra, zamarrero o zamarrón, en Soria bobo, cachi o cachimorro, en La Rioja cachi, cachiberrio, cachibirrio, cachiburrio, cachimbao, zurramoscas o zurronero. En Burgos recibe diversos nombres como birria, birriero, bobo, cachiberrio, cachibirrio, cachiburrio, cachidiablo, cachimorraque, colacho, meco, tetín, tonto, vejiguero, zarragón o zamarraco.
Son personajes alegóricos relacionados fundamentalmente con los carnavales, aunque no siempre, pues frecuentemente han sido integrados en celebraciones religiosas populares, muchas veces asociados a grupos de danzantes, como es el caso del Bobo de las Nieves, el capitán de Frías o un gran número de casos en el valle del Tirón. De hecho, hay constancia de que el conocido personaje de El Colacho, en Castrillo de Murcia, estuvo acompañado de un grupo de danzantes al menos hasta finales del siglo XVIII. En todo caso, de estos grupos de danzantes hablaremos en un artículo específico.
Son personajes grotescos con vestimenta ridícula o llamativa, que representan el mundo del caos, de lo prohibido y condenable. En 1611 el diccionario de autoridades ya define çaharrón: “El momarrache o botarga, que en tiempo de carnaval sale con mal talle y mala figura, haciendo ademanes algunas veces de espantarse con los que se topa, y otras de espantarlos”.
Provendría de los mimos e histriones del mundo romano y proseguiría en la Edad Media como elemento festivo y burlesco altamente popular. Los zaharrones eran los juglares que divertían al pueblo disfrazados fea y grotescamente. De hecho, el propio diccionario define zaharrón (derivado del árabe hispánico *saẖrūn.) como Moharracho o botarga; y si vamos a esta acepción, moharracho, (Del árabe. hispánico muharráǧ o muharríǧ, y este del ár. muharriǧ 'bufón2'.). sería la persona que se disfraza ridículamente en una función para alegrar o entretener a las demás, haciendo gestos y ademanes ridículos. De aquí se derivaría el término mamarracho (Persona de ningún valer o mérito, o figura mal hecha).
En definitiva, aunque hoy en día estos personajes son asociados mentalmente con el arco cantábrico, ni tienen allí su origen ni son exclusivos de aquellas zonas. Por ejemplo, en paralelismo con los zamarracos de Silió o los zamarrones de Polaciones; uno de los personajes principales del carnaval de Poza de la Sal es el zamarrón. El de Mecerreyes se llama zarramaco; Zarrón en Almazán (Soria) o Zangarrón en Sanzoles y Montamarta (Zamora).
Esto sin mencionar todos los casos en los que estos personajes reciben otros nombres, como por ejemplo los Zarramoques que existían en Palazuelos de la Sierra o incluso el Tetín de Burgos ciudad, que antiguamente recibía el nombre de Cachidiablo.
Fuentes:
"cancionero popular de Burgos".
"Indumentaria burgalesa popular y festera"

No hay comentarios:

Publicar un comentario