Otra especie que aparecía con cierta asiduidad en lugares escogidos de los núcleos rurales era la olma, antes que la grafiosis acabara con todas ellas. Aún son recordadas las olmas de Valdezate, Arauzo de Torre y Riocavado de la Sierra; y en el norte burgalés las de Turzo y Pesquera de Ebro (esta aún con el es
queleto aún en pie). En el pueblo de Quintana del Pidio existe la ermita de Nuestra Señora de los Olmos. Todo ello sin olvidar los nombres pueblos como Olmillos de Sasamón, Olmedillo de Roa u Olmos de la Picaza.
En Nofuentes aún no se olvidan de su entrañable olma, que crecía junto a la bolera, la cual aún recibe dicho nombre. Existen topónimos relacionados con el olmo en los municipios de Medina de Pomar, Villarcayo, Trespaderne o Montija. Incluso en el cercano Valderredible cántabro aún recuerdan a la Olma de Polientes (que hoy sigue dando nombre a un bar) y existe el pueblo de Quintanas Olmo. La fuente del Olmo brota cerca del Santuario de Montes Claros y el alto del Olmillo se encuentra muy cerca de nuestra querida iglesia rupestre de Presillas de Bricia.
Por otro lado, y aunque no es habitual encontrarla en los lugares escogidos de los cascos urbanos, no podemos olvidar la importancia simbólica que ha tenido la encina en las Merindades. Recordemos que tanto la Juntas de la Merindad de Valdivielso como las de Sotoscueva se realizaban en torno a sendas encinas, y no se consideraban refrendados los acuerdos si no tenían lugar bajos aquellos árboles. Por último mencionar la ermita de Nuestra Señora de Encinillas en Cillaperlata.
En Nofuentes aún no se olvidan de su entrañable olma, que crecía junto a la bolera, la cual aún recibe dicho nombre. Existen topónimos relacionados con el olmo en los municipios de Medina de Pomar, Villarcayo, Trespaderne o Montija. Incluso en el cercano Valderredible cántabro aún recuerdan a la Olma de Polientes (que hoy sigue dando nombre a un bar) y existe el pueblo de Quintanas Olmo. La fuente del Olmo brota cerca del Santuario de Montes Claros y el alto del Olmillo se encuentra muy cerca de nuestra querida iglesia rupestre de Presillas de Bricia.
Por otro lado, y aunque no es habitual encontrarla en los lugares escogidos de los cascos urbanos, no podemos olvidar la importancia simbólica que ha tenido la encina en las Merindades. Recordemos que tanto la Juntas de la Merindad de Valdivielso como las de Sotoscueva se realizaban en torno a sendas encinas, y no se consideraban refrendados los acuerdos si no tenían lugar bajos aquellos árboles. Por último mencionar la ermita de Nuestra Señora de Encinillas en Cillaperlata.
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