Fiesta del Escarrete de Poza de la Sal. Imagen de Pablo Puente. |
Aunque hoy arrinconadas por efectos de la despoblación, la preocupante homogeneización de las fiestas populares y el lógico rechazo que produce en la actualidad el maltrato animal, lo cierto que las fiestas de los Gallos tuvieron relativa importancia en el pasado. Relacionadas probablemente con la fama del gallo como amante incansable y orgulloso; tanto Olmeda como Hergueta recogieron en sus respectivas recopilaciones de folclore de principios del siglo XX información al respecto.
Los registros etnográficos muestran diversas modalidades. Por ejemplo las damas acababan con el gallo en lugares cono Santa Inés, El Almiñé, Barbadillo del Mercado, Poza de la Sal… existe constancia de que en ocasiones era incluso los niños los que realizaban el macabro rito.
Las corridas de gallos eran otra modalidad. En las mismas el gallo era colgado de una cuerda y los jinetes trataban de arrancarle la cabeza. Así se hizo en Santa Cruz del valle Urbión, Villambisitia, Arenilla de Riopisuerga, Itero del Castillo o Castrillo-Matajudios. En Castrojeriz el gallo era colocado en lo alto de una cucaña.
Hoy afortunadamente las fiestas de los gallos se reducen a su contenido simbólico sin ningún maltrato al animal. Son los casos del Escarrete en Poza de la Sal o el Gallo de El Almiñé.
Fuente: "Cancionero popular de Burgos."
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