jueves, 13 de diciembre de 2018

El carácter estructurador de las vias hacia el Mar

Santander a finales del siglo XVI según un grabado de Joris Hoefnagel. En esta imagen, la más antigua que se conserva de la localidad, se comprueba que por entonces Santander seguía siendo una pequeña villa marinera. Fuente: Instituto Geográfico Nacional

Alfonso VIII, en paralelo a la estructuración del reino en Merindades mayores, fundó cinco vías marineras en el litoral de la actual Cantabria: Castro Urdiales, Santander, Laredo, San Vicente de la Barquera y San Martín de la Arena (vinculada a Santillana del Mar). Estas fundaciones, junto con la creación de pueblas en Frías y Medina, y la integración de todas estas unidades dentro de la Merindad Mayor de Castilla (con capital en Burgos) impulsaron el tráfico de mercancías entre los puertos del norte y el resto de Castilla; así como una integración más efectiva de la costa con la meseta. La ciudad de Burgos adquirirá, desde el siglo XII, una prestancia indiscutida desde el Cantábrico hasta más allá del Duero.


Esta situación se prolongará a lo largo de los siglos posteriores, de modo que será el tráfico marítimo estimulado desde Burgos el que permita el desarrollo de las principales localidades costeras de la actual Cantabria. La concesión en 1494 del consulado del Mar a la ciudad de Burgos vendría a culminar el proceso del dominio del comercio por parte de Burgos. 
Irónicamente, será el paulatino éxito de este modelo comercial costero (principalmente el de la ciudad de Santander) la principal causa (y no otra) de que algunos siglos más tarde todo este sector adquiera suficiente entidad como para poder reclamar su separación de la provincia de Burgos. Pero esta es otra historia que contaremos en su momento. 
Por otro lado, las entidades religiosas jugaron un destacado papel político–fiscal en la integración de las villas costeras del norte marítimo en el conjunto articulado del obispado burgalés. La iglesia-catedral, primero, y los monasterios de San Juan, Las Huelgas y el Hospital del Rey posteriormente, recibieron de los reyes importantes atribuciones sobre Laredo, Castro Urdiales o Santander. 
Un ejemplo lo tenemos en los privilegios concedidos por Alfonso VIII a la iglesia catedral en 1182: “Yo, Alfonso, por la gracia de dios rey de Castilla y de Toledo, doy y concedo a Dios y a la iglesia burgalesa de Santa María los diezmos de todo el portazgo del puerto de Santander, de todas las mercancías que lleguen al citado puerto por tierra y por mar, y diezmo del portazgo de Castro Urdiales,
si por ventura algunos barcos descargaran en otros puertos del obispado de Burgos, la misma iglesia y su obispo y cabildo burgaleses reciban el diezmo del portazgo de todas las mercancías que arribasen a estos puertos, como si del puerto de Santander se tratara”.

Fuentes:
“Historia de Burgos”. VVAA. Diario 16 de Burgos. (1993) 
“Las Merindades de Burgos. 300ac-1560.” Mª del Carmen Arribas Magro (2016) 
“De la Montaña a Cantabria. La construcción de una Comunidad Autónoma”. Alfonso Moure Romanillo. Manuel Suárez Cortina. (1995)

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