lunes, 10 de diciembre de 2018

El Obispado de Burgos como centro vertebrador del territorio



A partir del año 1068 el nuevo obispado de Burgos integrará dentro de su diócesis los territorios de las antiguas sedes de Valpuesta y Oca, así como la parte del obispado de Oviedo correspondiente a la Asturias de Santillana. Este ente con capitalidad en la ciudad del Arlanzón, inalterado durante un periodo de siete siglos, se convertirá en una de las principales fuentes de homogeneización del territorio. 
Así podemos leerlo en el texto de la “Historia de Burgos” editado por el desaparecido Diario 16: “La institución que mejor supo expresar y potenciar la asimilación horizontal de un auténtico “territorio burgalés” fue el obispado. Por encima de cualquier otra instancia política surge con fuerza, desde mediados del siglo XI, la figura del obispo, cuya ubicación en la ciudad de Burgos en 1075 trasluce la fusión de dos territorios norteños de trayectorias paralelas: el de los valles orientales, a través de las sede Valpuesta-Oca y el de los occidentales, con las sedes Amaya-Sasamón-Muñó.
La erección de la sede episcopal en la ciudad de Burgos simboliza, pues, la convergencia de dos historias paralelas y sienta las bases de los que a partir de ahora, podemos comenzar a llamar con relativa propiedad región burgalesa. Esta urbe se convierte en centro vital de un amplio territorio que en el concilio de Burgos de 1136 queda limitado por unas líneas que corresponden al territorio de las actuales provincias de Cantabria y Burgos, ampliado en buena medida en todas las direcciones. 
Todo este territorio queda integrado orgánicamente en una red de circulación de corrientes espirituales y materiales que se plasman en la constitución de abadías, arcedianatos y parroquias. El obispado supera a la mera noción de vecindad de espacios inconexos, como los que conformaban el condado de Castilla. Estamos en definitiva, como reconoce Ortega Valcárcel, ante un auténtica región burgalesa medieval.”
Por la parte norte la diócesis burgalesa se extendía por el Cantábrico desde Portugalete hasta el río Deva. Este segundo límite, que lo separaba del obispado de Oviedo, quedaba ya determinado en un documento de Sancho II de 1068 y en una bula de Urbano II de 1099. Desde la zona de Liébana venía a buscar la zona de Mave y el río Pisuerga, integrando ampliamente el territorio correspondiente a la actual provincia de Burgos.

Fuentes:
“Historia de Burgos”. VVAA. Diario 16 de Burgos. (1993) 
“Historia de Burgos” VVAA. Caja de Ahorros Municipal de Burgos (1985)

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