Archivo Histórico de las Merindades, en Villarcayo, que alberga entre sus fondos el archivo del Corregimiento |
Tanto la Junta de las Siete Merindades de Castilla como el corregimiento homónimo con el que estuvo asociada son pruebas inequívocas de la identificación castellana de este territorio (que abarcaba la parte central y geográficamente más importante de las Merindades) hasta la finalización del antiguo régimen y la aparición de las modernas provincias y Ayuntamientos.
No podemos precisar documentalmente la fecha exacta en que aparece el Corregidor al frente de las Merindades de Castilla Vieja. La primera noticia que tenemos de un oficial que realizara estas funciones en las Merindades de Castilla data de 1560 y quizás en realidad el cargo efectivo proviniera aproximadamente de dicha época, pues hasta entonces el poder de los Velasco no empezó a decaer. Incluso algunos autores retrasan hasta 1612 la implantación real de esta figura en la comarca.
En lo referente a las atribuciones jurisdiccionales, en lo civil y en lo penal eran jueces de primera instancia. Efectuaban su misión judicial en la Audiencia y Juzgado de las Siete Merindades, sito en Villarcayo. De sus sentencias conocían en apelación o alzada los regidores del lugar. El Corregidor convocaba la Junta General de las Merindades y sin este requisito y su presencia carecía de validez la Junta. Este condicionante cambió en 1607, cuando las Merindades ganaron ejecutoria en contrario. Los Corregidores carecían de voto, pero estaban facultados para deshacer con el suyo los desempates entre personas u opiniones encontradas.
El Corregidor contabilizaba y fiscalizaba las cuentas, rentas y gastos municipales inspeccionaba las pesas y medidas, ponía tasa y precio a los mantenimientos, cuidaba de las obras públicas, reparación de caminos y puentes, etc.
El Corregidor mantenía el orden público y velaba por la moralidad de sus distritos, persiguiendo y deteniendo a los malhechores y bandidos. Entre las funciones militares el Corregidor era también Capitán a Guerra en las Merindades de Castilla Vieja, en este sentido ordenaba las levas por orden del rey.
La historia del Corregimiento seguiría también a la de la Junta General de las Siete Merindades en el momento de su desaparición, hecho que tuvo lugar como apuntamos en el año 1835.
Fuentes:
"El Corregimiento de las Siete Merindades de Castilla-Vieja". Rafael Sánchez Domingo. 1994.
"Catálogo documental del Corregimiento de Villarcayo". Manuel López Rojo. 1983.