Imagen vespertina de Merindad de Castilla la Vieja desde Cigüenza, con la sierra de la Tesla al fondo. |
Una manifestación similar a algunas de las que hemos venido publicando, no sabemos si vinculada a las averiguaciones de Tomás López o no, pues data de 1802, es un documento elaborado por la Merindad de Castilla la Vieja, con capital en Villarcayo, a instancias del Intendente provincial. En el mismo aparece un listado con las distancias en leguas desde cada uno de los pueblos de la Merindad tanto hasta Burgos como hasta Santander.
Además de remarcar el hecho de que las distancias a Santander son mayores, se indica textualmente que:
“La Merindad como unida hace sus pagas en la ciudad de Burgos, y la ciudad de Santander es más distante, peor camino, con embarazo de copiosas nieves, más montuoso para riesgo de robos, y aún extravío de gentes en los caminos, y también el barco de Pedreña, o Puntal, que atravesar.
Y por lo mismo, y lo que se previene por el señor Intendente de esta provincia de Burgos en su carta, como Capitulares y Procuradores Síndicos Generales que somos los que abajo firmamos de esta predicha Merindad de Castilla la Vieja, damos esta relación puntual y expresiva en dicha villa de Villarcayo, a 6 de diciembre de 1802”
No nos parece aventurado afirmar que este documento ha de relacionarse con los primeros estadíos de la segregación de Santander respecto de Burgos, y que los merineses de la Vieja Castilla toman un posicionamiento evidente a favor de la segunda.
Años más tarde, durante el trienio liberal, 1820-1823, se desarrollaron en las Cortes los trabajos para la división de territorio nacional en provincias y partidos. Hablaremos de este proceso más adelante, pero comentaremos aquí que en dicho periodo se registraron en Cortes literalmente docenas de alegaciones provenientes de diversos pueblos en las que pedían ser incorporados a una determinada provincia o partido. Algunas de estas peticiones estaban guiadas exclusivamente por el egoísmo localista (por ejemplo pedir para sí la capitalidad de un partido o incluso una provincia),e incluso algunas eran literalmente absurdas, aunque la mayoría tenían su lógica.
Pues bien, entre todas ellas no hemos encontrado ni una sola en la que
un territorio de la actual provincia de Burgos indicase un deseo de
integrarse en la provincia de Santander. Sí sin embargo hemos localizado
el deseo de Castro Urdiales y Sámano de pertenecer a Vizcaya, e incluso
de Laredo de pertenecer a Burgos.
Como nosotros no tenemos deseos expansionistas del pasado, nos limitaremos a recoger el texto de la petición hecha por Espinosa de los Monteros y Montija.
Como nosotros no tenemos deseos expansionistas del pasado, nos limitaremos a recoger el texto de la petición hecha por Espinosa de los Monteros y Montija.
Fuentes:
“Papeles viejos de Castilla Vieja. Crónicas de ayer en el Archivo de Villarcayo”. Jesús Moya (1993).
Diario de Sesiones de las Cortes.
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