martes, 30 de enero de 2018

MIGUEL DELIBES Y SEDANO (1)


" Desde un principio diré que Sedano es mi pueblo, un pequeño gran pueblo de Burgos, donde la gente llega a vieja comiendo manzanas y miel, los cangrejos y las truchas se multiplican confiadamente en los regatos y los conejos corren libres por el monte sin temor a la mixomatosis. Uno nació, o le nacieron, en Valladolid, ciudad de que se siente orgulloso, pero esto no obsta para que a uno, desde pequeñito le gustase tener su pueblo. Así que Sedano es mi pueblo y no por casualidad de haber nacido en él, sino por decisión deliberada de haberlo aceptado entre mil ".

En efecto, Delibes, el narrador que recogió y expresó el alma de Castilla, pasaba los meses estivales y el resto de vacaciones en este precioso pueblo situado 47 kms al norte de Burgos. Sus calles, sus paisajes y su entorno hasta el río Ebro y el río Rudrón sirvieron de inspiración para muchas de sus novelas. Así, por ejemplo: Un año de mi vida, Mis amigas las truchas, Castilla habla, Mi vida al aire libre, Las perdices del domingo, Con la escopeta al hombro, Tres pájaros de cuenta, Pegar la hebra, El último coto, Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo, El otro fútbol, El último coto, El libro de la caza menor, Vivir al día y Señora de rojo sobre fondo gris tuvieron por escenario estos paisajes. Y aún más, sus escasos moradores, con su humildad y su dignidad fueron protagonistas de otras obras de Delibes, como por ejemplo Cayo y su disputado voto.

¿Quién le iba a decir al bueno de Don Miguel que, pocos años después de su muerte, un señor desde Galicia, un cántabro cantabrista desde Madrid y otros varios desde Cantabria iban a poner todo su empeño en intentar convencer a los últimos moradores de la comarca de que no eran castellanos sino exclusivamente cántabros ?. O mejor, ¿ quién nos iba a decir que cuando Delibes nos hablaba de Cortiguera, de Sedano o del río Moradillo no nos estaba describiendo unos mágicos lugares de Castilla sino que en realidad nos estaba hablando de unos rincones de la Gran Cantabria dentro de un país de celtas llamado Galastubria ?.
Texto: Paquita Chocolatera

Foto. Palacio de los Bustillo, en Sedano. Javier Prieto Gallego

NUESTRAS PALABRAS " KASA "


Que cómo diablos a algo que los romanos habían llamado " domus " en Castilla se empezó a llamar " kasa " es un misterio para los legos en esta materia pero lo cierto es que en el año 944 se presentó en sociedad, en la sociedad escrita, un nuevo vocablo: " kasa ". Ignoramos a cuánto estaba el metro cuadrado de la vivienda en la zona oriental de Merindades por aquel entonces pero intuimos que si el monje de Valpuesta anotó aquella palabra en el registro de donaciones de los feligreses,con su pluma de ave mojada en hollín desleído en agua, debió de ser sin duda a cambio de muchas misas y plegarias, velas y cirios.



Fotos: " kasas " en Merindades

Los valles de Merindades



Los cuatro Valles Pasiegos, el Valle de Manzanedo, el Ebro Escondido, Valle de Mena, Valle de Valdivielso, Valle de Losa, Valle de Angulo, Valle de Tobalina.... en cuestión de valles no hay quien nos gane y su belleza es única. En cualquiera de ellos podría haberse oído este precioso diálogo que os relatamos:

Me encontré con mi padre en la escalera. Tenía un periódico en la mano.
- " ¿ Has visto ?, dijo, ¿ has visto ?, ¡ el americano ha volado !
- ¿ Cómo ?, ¿ volado ?
- ¡ Por el cielo !
Abrió sus brazos en cruz y los agitó como si fuesen alas.
- " Cincuenta metros ", dijo.
Estábamos en el rellano. Odripano avanzó hasta el umbral.
- " ¿ Qué hay de nuevo, tío Juan ? "
Mi padre le enseñó el periódico.
- " El americano ha volado.
- Ah, sí, dijo.
- Parece que no te impresiona.
- No, nada.
- Sin embargo es algo.
- No, dijo Odripano, no es nada. Entendámonos, no es nada porque nada cambiará.
- ¡ Cómo ! exclamó mi padre, ¿ no cambiará nada ? Piensa. Yo no te digo que cincuenta metros sea el fin del mundo pero es muchísimo para hoy. Mañana serán cincuenta quilómetros, o más, ¿ quién sabe ?
- Yo, yo sé, dijo Odripano.
- ¿ Qué es lo que sabes ?
- Yo sé que serán cincuenta quilómetros y quizás quinientos o cincomil quilómetros...
- ¡ Oh ! Cincomil, dijo mi padre.
- Sí, cincomil, cincuentamil si quieres. Se podrá ir a la luna, pero nada cambiará.
- ¿ Tú crees ?, dijo mi padre, ¿ y por qué ?
- Porque toda la felicidad del hombre está en los pequeños valles.


Del libro Jean le Bleu, escrito por Jean Giono en 1932.
Foto: Ana Noval ( Valle de Mena ).

Nuestras iglesias románicas: El Vigo (Valle de Mena)


Empezamos esta apasionante serie con la pequeña iglesia de El Vigo, una " metrópoli " de 7 habitantes situada en la ladera de los Montes de la Peña que bordean por el sur el Valle de Mena. De todo el conjunto sobresale el tímpano que recoge la Pasión y Resurrección de Jesucristo. En el borde exterior, a la derecha, se ve la visita de las tres Marías ( María Magdalena, Salomé y María ) al sepulcro vacío. La tristeza de todos los actores que intervienen nos recuerda a los que también actúan en la muy cercana iglesia de Siones y en San Pantaleón de Losa.

Pero a nosotros, una de las cosas que más nos llama la atención es ese par de poyos que flanquean la puerta de la iglesia como en tantas otras puertas de nuestros pueblos. 
Sencillez, humildad, dignidad.
Fotos: Carmen Baena.


EL CONSULADO DEL MAR Y EL CRISTO DE BURGOS


Sabido es por algunos e ignorado por otros muchos que el Consulado del Mar de Burgos fue 17 años anterior al de Bilbao y tres siglos anterior al de Santander. Y sabido es que este Consulado del Mar de Burgos proviene de la Universidad de Mercaderes de la ciudad, de tiempos aún más antiguos.

Y se sabe que a través de este Consulado del Mar se creó un extraordinario comercio de Burgos con las tierras de Flandes, de los Países Bajos, de Francia, de Inglaterra y con aquellos países de la Liga Hanseática. Desde el Consulado se fletaban barcos para exportar sobre todo lana y se contrataban seguros que cubrían el trayecto y a cambio se traían paños, textiles y obras de arte entre ellas pinturas flamencas. Y se creó una filial o consulado en Brujas, ciudad con la que estamos hermanados y donde existió una capilla de los burgaleses. Y muchos mercaderes se hicieron ricos y llenaron nuestra ciudad de palacios.

Y no solo eso sino que también se fletaron barcos para traer pescados, entre ellos el bacalao, tan tradicional en nuestras mesas. E incluso se aseguraban los transportes de mercancías que salían desde Portugal hacia las Indias.

Y si Burgos tiene ese aire tan centroeuropeo no se debe solo al Camino de Santiago o Camino Francés sino también a este Consulado del Mar que nos llenó la ciudad de flamencos y que sobre todo en los tiempos del emperador Carlos I nos convirtió en la ciudad más cosmopolita de España.

Pues bien, estas mercancías eran transportadas en carretas serranas y atravesaban los caminos de Merindades hasta llegar a nuestros puertos del Cantábrico donde embarcaban.



Uno de aquellos mercaderes, según la tradición, se vio envuelto en una terrible tempestad en alta mar a la vuelta de Flandes y a punto de naufragar observó una caja de madera a modo de ataud. Al abrir la caja encontró un cristo tan veraz que le hizo la promesa de que si salía con vida de allí le haría una capilla en la ciudad de Burgos para que toda la ciudad y los peregrinos pudiesen venerarlo.


Hoy en día esta imagen se encuentra en la Capilla del Santo Cristo de Burgos, esa que se encuentra a la derecha según se entra por la Puerta Real, justo enfrente de Papamoscas.


El cristo es articulado tal cual una persona, tiene la piel de búfalo o de bovino y su largo cabello es natural. Está colocado sobre varios huevos de avestruz y la tradición dice que le crece tanto el pelo como las uñas.
Os relatamos al respecto un par de hilarantes escenas del libro Inquietud en el Paraíso, de Óscar Esquivas, reciente premio Castilla y León de las Letras:

" Cuando llegaron a la barbería sacaron de allí la momia del Santo Cristo de Burgos y la colocaron en uno de los sillones. Era una imagen articulada del siglo XIV, con el cuerpo modelado con carne embalsamada de vacuno, totalmente flexible. El peluquero ajustó la altura del sillón con el pedal y lo enfrentó con el espejo.


- Esto, cuando se lo cuentan a los turistas, no se lo creen, ¿ verdad ?- comentó Sansón dirigiéndose a Gorostiza.

Rodrigo se encojió de hombros. A él no le parecía extraño que al cristo le crecieran los cabellos y las uñas y que cada mes hubiera que llevarle allí para " hacerle un arreglo ". Cosas más raras había visto y oído.


- Bueno, muchacho, tú dirás, ¿ cómo se lo dejo ?

Rodrigo no esperaba esta pregunta

- No sé, como sea costumbre.

- Ah, no hay costumbre. Aquí todos lo hacemos al gusto del cliente y cada canónigo tiene su estilo. ¿ A ti quién te ha hecho el encargo ?

- El deán.

- Yo no sé qué estilo le gusta al deán. ¿ Qué hacemos ?

Gorostiza no tenía tiempo de volver a la catedral a consultarlo, así que decidió:

- Pues... Como es verano déjeselo, cortito.

Sansón parecía muy satisfecho con la respuesta.

- Sí, señor. Le vamos a dejar al Cristo hecho un quinto, vamos allá.

Y se lanzó a dar tijeretazos en las greñas.
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- ¿ Otra vez el Santo Cristo aquí ?

- El señor Arzobispo dice que le disimule los trasquilones, que no le gusta así.

- ¡ Trasquilones ! Dile al arzobispo que yo hice un trabajo de primera.

- Pues no le convence. Y dice también que se den prisa, que estos días la capilla está llena de gente. Y que si no pueden arreglárselo, que le pongan una peluca hasta que le crezca otra vez...

- Hay que ver, ¡ qué exigencias !

EL MEJOR PURÉ DEL MUNDO CON PATATAS DE LOSA



EL MEJOR PURÉ DEL MUNDO CON PATATAS DE LOSA

Ingredientes:
- 1 kilo de patatas de Losa
- 250 grs de mantequilla de Espinosa

- 200-300 ml de leche entera
- Agua hasta cubrir dos dedos por encima
- Sal marina

Cuando Paul Bocuse, el cocinero francés recientemente fallecido y para muchos el mejor de la historia, visitó La Rioja exclamó extasiado: ¡ Vivan las patatas con chorizo !

Sin duda, si hubiera visitado nuestro valle de Losa hubiera matizado aquella frase y hubiera dicho: ¡ Vivan las patatas de Losa con chorizo ! O incluso, sin chorizo.

Aquí os pasamos la que se considera mejor receta de puré del mundo, elaborada por el también cocinero francés Joël Robuchon, el chef de las 33 estrellas Michelin.

Nosotros hemos sustituido la variedad de patatas Ratte o Kennebec por nuestras estupendas patatas de Losa y así mismo hemos cambiado la mantequilla normanda por nuestra inigualable mantequilla de Espinosa de los Monteros y creednos cuando os decimos que la receta mejora sustancialmente.

Preparación:

Lavamos 1 kg de patatas de Losa sin pelar y las ponemos en una cazuela al fuego. Añadimos agua hasta cubrir las patatas un par de dedos. Echamos 10 grs de sal marina por cada litro de agua. La patata estará lista cuando al pincharlas con un cuchillo caiga al fondo de la cazuela en pocos segundos.

Cuando ya estén frías como para poder manipularlas pelamos las patatas y las pasamos por un pasapuré. Volvemos a echar el puré a la cacerola.

Vertemos 300 ml de leche entera en un cazo y calentamos justo hasta que vaya a romper a hervir. Ponemos al fuego medio-bajo la cazuela donde tenemos el puré y vamos amasándolo con ayuda de una cuchara durante 2-3 minutos. Añadimos 250 gr de mantequilla de Espinosa muy fría cortada en cubos en dos o tres veces. Removemos nuestro puré hasta que hayamos incorporado la mantequilla totalmente. Ahora echamos uno o dos cazos de leche al puré y removemos hasta que se haya absorbido totalmente. 

Cada vez iremos consiguiendo un puré más suave siendo la cantidad de leche aproximada en función de la textura que deseemos. Rectificamos de sal si fuera necesario. Colamos el puré con un colador fino para que no pase ninguna impureza. Una vez colado podemos añadir un poco más de leche caliente para aligerar el puré. Nos quedará totalmente limpio de impurezas y muy suave.

¡ Buen apetito ! y ¡ Viva Losa !

NUESTRAS PALABRAS " CASTILLA "



En esta ocasión dejamos descansar a nuestro monje de Valpuesta y ponemos el foco sobre un abad, el Abad Vitulo que el 15 de Septiembre del año 800 hizo una donación en el monasterio de Taranco de Mena en la que se menciona por primera vez la palabra Castilla para referirse a un territorio cercano. Este documento, que se encuentra custodiado en el monasterio de San Millán de la Cogolla ha sido puesto en duda en cuanto a su autenticidad por varios estudiosos del tema con lo que tendríamos que acudir a un documento unos años posterior para tener plena seguridad sobre el nacimiento de esta hermosa y revolucionaria palabra.

A diferencia de otras entidades identitarias meramente tribales a la espera de un führer y al gusto de algún gurú etnicista, Castilla se presenta como algo mucho más rico y complejo, como un crisol de diversos pueblos: bardulios, autrigones, cántabros, vascos, godos, mozárabes...
Castilla emerge como algo nuevo y tremendamente dinámico que va evolucionando desde aquel pequeño rincón:

" Entonces era Castilla una pequeña alcaldía
aunque era pobre e de poca valía,
de una alcaldía pobre ficiéronla Condado
tornáronla después Cabeça de Reynado "

hasta un condado más o menos independiente entre el Mar Cantábrico y el río Duero, un reino y uno de los mayores imperios que haya conocido la humanidad.

El concepto de Castilla ha sido objeto de todos los tópicos, especialmente desde aquella Generación del 98 que tanto daño hizo a su nombre al tomar la parte por el todo y confundir su esencia con un paisaje. Su mera evocación despierta las más controvertidas reacciones, en ocasiones la misma rabia que pueda despertar el más listo de la clase o un mercedes aparcado en un barrio de chabolas, en otras las misma lástima y repulsión que despierta un pobre leproso y muy a menudo la de un cadáver al que los buitres vecinos intentan descuartizar y quedarse con su más parte más suculenta.

Concejos, leyes, cortes, rebeldía, orgullo, democracia son otros conceptos que acompañaron a la palabra Castilla durante siglos.

Pero ¿ está aún viva Castilla ? Y si no lo está ¿ tiene solución ? ¿ No " resucitaron " otras entidades 1.100 años después ?

Y aparte de su lengua y de su glorioso pasado, de su arte, monumentos y literatura, ¿ qué más queda del carácter castellano en nuestros pueblos ? Nosotros lo tenemos claro, humildad y dignidad.

En la foto de abajo, el más antiguo escudo de Castilla y León que se conserva. Catedral de Santander, año 1.230.

La teja de Villamartin de Sotoscueva (Las Merindades)



¿Sabias que los versos más antiguos del Poema de Fernán González se encontraron en 1960 en las Merindades, en Villamartín de Sotoscueva?

Para saber más clica en este enlace.


NUESTRAS PALABRAS " QUESO "



A decir verdad lo que se anotó aquel día en Valpuesta fue " cassios " para eso que en latín se había llamado caseus. Los que saben de esto dan importancia a esa evolución pero hemos de reconocer que por una vez los leoneses fueron más precisos y adelantados cuando en torno al año 975 el monje despensero del monasterio de San Justo y San Pastor en el pueblo de Rozuelo, muy cerca de León, elaboró su Nodicia de kesos, una especie de relación de los quesos que habían salido del monasterio durante aquel año.

Lo cierto es que nuestro monje de Valpuesta se llenó de gozo hace hoy ya más de 1.067 años aquel lluvioso día del año 950 cuando anotó en el registro de donaciones recibidas aquellos quesos. Y luego, en el cenobio, fuera del scriptorium seguramente se discutió si era factible pedir indulgencia plenaria para aquellos feligreses que se comprometiesen a aportar un queso a la semana.....

Es conocido que el general De Gaulle se preguntaba qué cómo se podía gobernar un país en el que existen más de 400 clases distintas de quesos, en referencia a Francia. Aquí no tenemos tantos pero tampoco nos podemos quejar. Eso sí, recordemos siempre este dicho tan nuestro, tan de Burgos: A la leche ( queso ) eche ( vino ), más no mucho eche que nade la leche...


En la foto: quesos de Merindades y de nuestra provincia.


NUESTRAS PALABRAS " FUERO "


Una de esas primeras palabras que aparecieron escritas en Valpuesta es " fuero ". Por fuero se entiende tanto la ley o conjunto de normas que un rey concedía a un determinado territorio, ciudad o persona; como el conjunto de privilegios o exenciones de los que goza un territorio o persona ( ej. aforados de Moneo ).

Y desde luego que los castellanos le hemos sacado jugo a esta palabra: desde aquel fuero de Brañosera del año 824 en lo que habría de ser Castilla y que se conservó durante siglos en el Monasterio de San Pedro de Arlanza hasta la desamortización de Mendizábal, pasando por los tiempos en los que se quemó en Burgos el Fuero Juzgo ( Liber Iudiciorum ) de los visigodos cuando hicieron preso a nuestro Buen Conde Fernán González en León o más tarde por los fueros de Logroño, de Miranda de Ebro, de Castro Urdiales, de Santander... O el Fuero Viejo de Castilla o de Burgos, o el Fuero Real.
Hoy en día en Castilla ya no gozamos de fueros pero en nuestro " fuero " interno sabemos bien que a esta palabra, que nació en Merindades, la tenemos bien amortizada. Claro es que los que más jugo la han sacado y la siguen sacando son nuestros vecinos los vascos.

Entre las fotos, el Fuero Juzgo antes de ser quemado por los castellanos.


Quecedo, toponimia pueblos de Burgos



El significado de Quecedo viene de la correspondiente palabra latina quercus «laencina« formando la palabra Quecedo y también Quisicedo en Merindades.

Y no es algo casual ya que una encina de Quecedo se realizaba el concejo de este pueblo, y de muchos de Merindades. Por algo la encina el árbol de la provincia.


En la foto encina de la dehesa de Quecedo, de Montacedo, y los Cárcabos




Quecedo de Valdivielso



Quecedo es una de las joyas más señaladas de toda arquitectura medieval de Merindades.
El Palacio de los Huidodro Varona con su remate almenado y su Iglesia gótica junto a la casona de los Gómez lo dicen todo.

Quecedo, también es capital de la Merindad de Valdivielso.

Como curiosidad está la forma de gobernar y gestionar estos pueblos desde la recién creadas Merindades de Castilla, idéntica a la de Sotoscueva; desde el siglo XIII el Concejo, que representaba a todos los pueblos del valle, se reunía a celebrar sus Juntas y Consejos en torno a una vieja y monumental encina que se alzaba en el centro de la Dehesa, estaba presidido por el alcalde y siete vocales, asistiendo también los alcaldes pedáneos de todos los pueblos. Antes de implantarse este sistema administrativo, habían llegado al valle numerosos eremitas que acondicionaron cuevas por los alrededores para vivir en soledad, pero también construyeron pequeños templos, que se fueron convirtiendo en monasterios repartidos por todo el valle, a cuyo cobijo fueron apareciendo pequeños pueblos que se integraron armónicamente en el agreste paisaje, mediante una arquitectura popular que utilizaba la madera y la piedra, por otra parte tan abundantes, como los principales elementos de construcción; más adelante fueron apareciendo las casonas, palacios y torres defensivas, propiedad de los grandes señores que acabaron imponiendo su autoridad en el valle, siempre compartida con la jerarquía eclesiástica de los centros monásticos, especialmente el de San Salvador de Oña y el de San Pedro de Tejada




lunes, 29 de enero de 2018

Un pasiego en la ciudad de Burgos


Ya no nieva tanto como antes ¿eh? Los pasiegos somos asi, cuando nevaba como Dios manda, como los buenos inviernos, nos gustaba decir que era muy duro porque trabajamos el doble, ¡Menuda forma de quitar nieve!, y ahora que nieva menos, queremos que vuelva a nevar como antes, lo cierto es que pocos lo sufren ya en la montaña ¡Si la están vaciando entre todos! . Si es que los pasiegos nos hemos quejado siempre demasiado. Cuando me vine a Burgos a montar mi lechería, la gente nos miraba como si fuéramos locos.. Pero pasado los años, ya con 93 inviernos que tengo, aun siendo muy felices, lo que era de locos era estar allá arriba ¡Veis si es que me quejo por nada!


-J.C.G 2009-