Quecedo es una de las joyas más señaladas de toda arquitectura medieval de Merindades.
El Palacio de los Huidodro Varona con su remate almenado y su Iglesia gótica junto a la casona de los Gómez lo dicen todo.
Quecedo, también es capital de la Merindad de Valdivielso.
Como curiosidad está la forma de gobernar y gestionar estos pueblos desde la recién creadas Merindades de Castilla, idéntica a la de Sotoscueva; desde el siglo XIII el Concejo, que representaba a todos los pueblos del valle, se reunía a celebrar sus Juntas y Consejos en torno a una vieja y monumental encina que se alzaba en el centro de la Dehesa, estaba presidido por el alcalde y siete vocales, asistiendo también los alcaldes pedáneos de todos los pueblos. Antes de implantarse este sistema administrativo, habían llegado al valle numerosos eremitas que acondicionaron cuevas por los alrededores para vivir en soledad, pero también construyeron pequeños templos, que se fueron convirtiendo en monasterios repartidos por todo el valle, a cuyo cobijo fueron apareciendo pequeños pueblos que se integraron armónicamente en el agreste paisaje, mediante una arquitectura popular que utilizaba la madera y la piedra, por otra parte tan abundantes, como los principales elementos de construcción; más adelante fueron apareciendo las casonas, palacios y torres defensivas, propiedad de los grandes señores que acabaron imponiendo su autoridad en el valle, siempre compartida con la jerarquía eclesiástica de los centros monásticos, especialmente el de San Salvador de Oña y el de San Pedro de Tejada
No hay comentarios:
Publicar un comentario