En el país de mi padre ( y del tuyo ) hay palacios y casonas con escudos de cien linajes hidalgos, iglesias, castillos y ermitas sin fin. Hay monasterios que aprendieron a hablar junto a pueblos que callan. Hay ríos y barrancos e inmensos bosques. Y hay, sobre todo, personas que pasean con orgullo su humildad .
Hay también una rica fauna y una flora donde platican, como en tertulia, los vientos del norte con los vientos del sur, los que vienen del Atlántico con aquellos que soplan desde el continente europeo y los que nos llegan del Mediterráneo.
Y en esta flora tienen un lugar muy destacado los frutos silvestres y entre ellos los arándanos, mirtilos o ráspanos. Estos frutos proceden de un pequeño arbusto caducifolio de hojas de color verde claro o amarillento que crece en los sotobosques de montañas y en bosques de coníferas.
Si bien es mucho más común en zonas del norte y centro de Europa también lo podemos encontrar en nuestros cuatro valles pasiegos. A estos arbustos se les denomina también arándanos, arandaneras, ráspanos, mirtilos o raspaneras según las diferentes zonas de la cordillera cantábrica.
El fruto es una pequeña baya de color azul violáceo a la que se le atribuye un montón de propiedades. Toma nota:
- Tiene vitaminas C y P, por lo que se dice que es beneficioso para la circulación de la sangre y en los problemas de varices.
- Mejora la visión y es beneficioso en los problemas de retina. A este respecto se cuenta la anécdota de dos aviadores ingleses de la Primera Guerra Mundial que consiguieron ver mucho mejor durante la noche tras la ingesta de arándanos.
- Es antioxidante y ayuda a combatir el colesterol. Tiene un alto contenido en taninos por lo que tiene efectos astringentes y antidiarreicos e igualmente se cuenta que es beneficioso para todo el sistema urinario, evitando y paliando infecciones. Y hay quien habla, hablar es gratis, de que incluso tiene efectos anticancerígenos.
En la cocina este rico fruto silvestre es utilizado para aromatizar aguardientes y para preparar mermeladas o confituras así como para acompañar platos de caza y elaborar postres.
Pero una de las maneras más suculentas y sencillas de comerlo es crudo, recién cogido del arbusto. De hecho, entre sus principales " clientes " se encuentran las vacas, los corzos y hasta los osos.
En Merindades, con un poco de suerte empezaremos a verlos muy pronto, desde finales de junio y a lo largo del mes de julio. Así que si quieres estar sano ya sabes lo que tienes que hacer. Y es que en nuestras Merindades tenemos casi de todo.
" En el país de mi padre hay bosques sin número
allá, a veces los lobos hacen brillar sus ojos en la sombra
y el mirtilo es negro, al pie del roble verde ".
allá, a veces los lobos hacen brillar sus ojos en la sombra
y el mirtilo es negro, al pie del roble verde ".
( Paul Verlaine )
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