Dentro del repertorio de creencias ancestrales de nuestra provincia, que estamos mostrando periódicamente en este página, hoy queremos hacer mención a las aves que supuestamente traían malos presagios. Especialmente inquietante resultaba para nuestros antepasados oír los cantos de la garza, la abubilla, el cárabo o el búho, pues ello se asociaba a la aparición de futuras desgracias. El etnógrafo Elías Rubio recogió este tipo de creencias en pueblos como Puentes de Amaya, Cobos, Mahamud, Argés, Irús de Mena, Vallejo de Mena, Villamartín de Sotoscueva. Bortedo, Pineda de la Sierra o Vizcaínos.
En la imagen, una Abubilla o como decimos en muchas zonas de la provincia de Burgos, Bubulilla, Bubilla o Gurgurilla. Camina por el suelo como un estornino. Su canto es un reclamo hueco y habitualmente trisilábico “up-up-up”, el cual le da origen a su nombre científico. Las hembras mientras están en el nido y los pollos tienen un olor peculiar y desagradable.
Se alimentan introduciendo su largo pico en tierra blanda o en excrementos de animales en busca de insectos y sus larvas, aunque come preferentemente grillos y escarabajos de gran tamaño. Al contrario de lo que manifiesta la mala fama que hemos mencionado, es un depredador natural de la procesionaria del pino, por lo que se convierte en un gran aliado en la lucha contra esta importante plaga.
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