viernes, 23 de marzo de 2018

MONTE HIJEDO. También llamada LA SELVA DE CASTILLA.El roble Albar.



El sendero del Monte Hijedo permite conocer al visitante uno de los robledales de roble albar más extensos y mejor conservados de la cornisa cantábrica. Su gran valor reside en que es representativo de un bosque muy escaso en la actualidad pero que antaño debió cubrir una extensa superficie.



Los cronistas de la Alta Edad Media contaban que los monjes que se trasladaban a evangelizar territorios situados al norte de Castilla tenían que atravesar "la Selva de Higedo", de extraordinaria frondosidad y poblada de terribles fieras.


Los robledales comenzaron a sufrir intensas explotaciones en la Edad Media para cubrir las necesidades de leña y carbón. En el siglo XVII, para fomentarla construcción de navíos, la Marina obtuvo privilegios en la administración de los bosques, permitiéndosele cortar todos los árboles adecuados para fabricar embarcaciones. Posteriormente, en los siglos XVIII y XIX la madera de roble se utilizó para la elaboración del carbón destinado a las ferrerías. El Monte Hijedo, por su relativo aislamiento y como núcleo central de una gran zona boscosa resistió, pese a todo, estos avatares, aunque seguramente fue reducida su superficie primitiva.

En la actualidad, el bosque del Hijedo se recupera debido al abandono rural, el empleo de nuevos combustibles y la implantación de cortas selectivas a partir de la segunda mitad del siglo XX.

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