lunes, 30 de abril de 2018

Iglesia de San Vicente Mártir de la ciudad de FRIAS



Iglesia de San Vicente Mártir de la ciudad de FRIAS, catalogado con todo merecimiento, uno de los pueblos más bonitos de España. En la foto superior podemos ver su estado actual, y en la inferior el estado que tenía antes del derrumbe de la torre medieval y la portada románica (recreación) cuyos restos se encuentran en el Museo de Claustros de Nueva York.

Según las crónicas el hundimiento se produjo por la caída de dos centellas qie unido al estado estructural deficiente de la torre, colapsó y a su paso a la magnífica portada románica. Hecho acaecido en el 1906 y no en el 1879 como consta erróneamente en el cartel donde se haya expuesta la portada en e museo de claustros de Nueva York.

Fotos cortesía de Miguel Zález, a quien le damos las gracias por esta aportación exclusiva para Verdades de Merindades.

domingo, 29 de abril de 2018

Las téseras de hospitalidad en la provincia de Burgos y su entorno


Entre las piezas arqueológicas más interesantes del mundo prerromano del territorio de la actual provincia de Burgos y de otros aledaños, se encuentran las llamadas “téseras de hospitalidad”. Son piezas normalmente de bronce, con formas llamativas, a veces de manos enlazadas y más frecuentemente zoomorfas, que presentan grabadas determinadas inscripciones, generalmente en alfabeto ibérico.

Tesera de Belorado
Las téseras eran el método mediante el cual quedaba constancia de los llamados pactos de hospitalidad (hospititum); una costumbre muy común no sólo en el Burgos prerromano, sino también entre otros pueblos de la Celtiberia. La relación se convertía en un compromiso legal, entre un individuo y una ciudad o entre comunidades; y con ello quedaba firme el valor vinculante de la tésera, que incluso podía transmitirse a través de generaciones. Es más, las téseras se solían elaborar por parejas, de modo que cada de las partes quedaba en posesión de uno de los contrayentes.

(izq) Tésera vaccea encontrada en Paredes de Nava (der) Tésera cántabra de Monte Cildá, foto Eduardo Peralta. (Complutum 1993). Según este autor, esta pieza demuestra la existencia del hospitium entre los cántabros prerromanos, así como la evidendia de relaciones entre Monte Cildá y la ciudad autrigona de  Briviesca y los pueblos de la zona celtibérica del valle del Ebro. 

Las téseras regulaban procesos de migración, de manera que aquellos que eran acogidos por una comunidad gozaban de ciertos derechos. De esta manera, el extranjero que era susceptible de convertirse en un enemigo acababa siendo un huésped integrado en el conjunto. Según algunos autores, este sistema se aplicaría también en el mundo indígena para regular derechos de paso, aunque también para desarrollar lazos de cooperación militar.

(arriba) Tésera celtibérica de Uxama (abajo) Tésera de Herrera Pisuerga, que los expertos consideran vinculada al entorno cántabro. En esta estela se menciona a la "gentilidad" de los "nemaiecanum".

El comienzo de la conquista romana de Hispania las generalizó, generalmente en soporte de bronce. Se utilizaron como una especie de nexo de unión entre los habitantes ciudadanos romanos y los indígenas no ciudadanos.

Para nosotros, la existencia de las téseras de hospitalidad es evidencia de dos hechos: El primero, una demostración más de que los pueblos cántabros, al menos los de la parte burgalesa y palentina, no tenían unas costumbres especialmente diferenciadas respecto a las de los pueblos cercanos, y el segundo, que precisamente por la propia concepción de los pactos de hospitalidad, era consustancial a su cultura la interacción amistosa entre unos pueblos y otros.

Fuentes: 
“Los Cántabros en la Antigüedad. La historia frente al mito.” VVAA. Universidad de Cantabria (2008)
Historia de Burgos - Edad Antigua. VVAA (1985)
"Historia de los Godos" - Rosa Sanz Serrano (2009)

Tipologías de emplazamientos de castros prerromanos en la provincia de Burgos.



Castro cántabro de Brizuela. 798 metros sobre el nivel del mar (msnm). La foto está hecha desde 900 msnm y a nuestras espaldas el monte Coterejón tiene una altura de 1086 msnm.

Más allá de la clasificación establecida por las fuentes romanas y sus parcas (y a veces contradictorias) explicaciones acerca de los territorios que cada uno ocupaba, lo cierto es los estudios arqueológicos no han conseguido establecer diferenciación  entre las tipologías de castros cántabros, autrigones y turmogos. Tan sólo la existencia de evidencias o indicios de asedio o ataque romano permiten determinar el carácter cántabro de un determinado oppidum.

Castro cántabro de Cidad-Manzanedo. 740 metros sobre el nivel del mar. La foto está hecha desde el castillo de Arreba. (952 msnm)
Ante esta tozuda evidencia, algunos, con la mente puesta en los imponentes castros de Peña Amaya, Monte Bernorio o el cerro de la Maza, han llegado a insinuar que aquello que diferenciaba a los castros cántabros era que se situaban en lugares dominantes de un amplio territorio, cosa que no sucedería en el caso de comunidades vecinas. Lo cierto es que no hemos encontrado excesivo fundamento para esta afirmación. Antes al contrario, lo que parece más lógico afirmar es que los castros, tanto cántabros como pertenecientes a otros pueblos, se ubicaban en cada caso en el emplazamiento que permitiera un mejor control del entorno; en función de la orografía particular de cada área.


Castro cántabro de Landravés (780 msnm) desde el alto del Alguacil (950 msnm).


Varios autores han identificado estas tipologías. Arribas Magro lo ha hecho para las Merindades de Burgos, distinguiendo en primer lugar los emplazamientos en una mesa o relieve tabular perfectamente aislado, de desarrollo horizontal. Son los castros de Cornejo, Manzanedo-Argés o Cidad de Ebro. Un segundo tipo es aquel que ocupa superficies basculadas pero sobre amplios escarpes calizos, a veces muy inclinados como son los de San Pantaleón, Brizuela, Momediano o Quintanalacuesta. Finalmente, otro grupo sería aquel en el que el poblado se asienta en una pequeña vaguada o collado entre dos roquedos. Son los casos de los castros de Frías y de Valdenoceda. Ruiz-Vélez menciona otros castros “en espigón calizo” en la zona: Ahedo de Butrón, Arroyo de San Zadornil y Montejo de Bricia.

Castro de Peñalara. (1297 msnm). 

Por su parte, se pueden identificar castros en altura “al estilo cántabro” en todo el resto de áreas de la provincia de Burgos. Podemos citar a modo de ejemplo los de la Mesa en Belorado, en el área autrigona, los de La Polera o Páramo Ciudad en el área turmoga, o los de Peñalara o Pico Navas en el área pelendona (estos dos últimos situados en el entorno de los 1300 metros de altitud). 

Castro de Pico Navas. 1340 msnm.

En definitiva, no creemos que haya ninguna evidencia de que el tipo de emplazamiento ofrezca por sí mismo información sobre el pueblo prerromano que lo ocupaba, al menos en lo referente a la provincia de Burgos.


Referencias:
“Las Merindades de Burgos. (300 ac-1560)”. Maria del Carmen Arribas Magro (2016)
“La edad del hierro en la provincia de Burgos” José David Sacristán de Lama. (2007) 

Iglesia de San Miguel de Tartalés de los Montes (Valle de Valdivielso).



Iglesia de San Miguel de Tartalés de los Montes (Valle de Valdivielso). Conserva una bonita ventana románica . El pueblo se encuentra en un entorno privilegiado y muy atractivo.


Gentiana Angustifolia.


Nuestras plantas silvestres.Gentiana Angustifolia. La genciana, conocida también en algunas partes de Europa como Hierba de San Ladislao (nombre científico Gentiana) es un género de plantas de la familia Gentianaceae.

jueves, 26 de abril de 2018

SI TE PICA UNA CULEBRA, LA AGUJA Y LA HEBRA"



“ si te pica un escorpión, la pala y el azadón”.
“si te muerde un lagarto, con tres días tienes harto".

Dichos como estos, no exentos de cierto humor negro, se decían en pueblos como Tordómar, Cuatro Ríos Pasiegos Ahedo de las Pueblas, Huidobro, La Nuez, Carazo....
Sin embargo, en otros lugares como Amaya, Irús, Villaespasa y Puras, y Mozuelo de Sedano, existía la llamativa creencia de que los lagartos te picaban o te daban con la cola si estabas dormido para avisarte de que había una culebra cercana.

miércoles, 25 de abril de 2018

Participación de cántabros como mercenarios o soldados en las legiones romanas

Diploma militar romano de época de Domiciano en el que se menciona la Cohors II Cantabrorum como parte de la guarnición de Judea. Fuente: Wikipedia.


Existen ejemplos contrastados de que en el periodo en que Roma se hallaba en plena fase de expansión, más allá de los estrictos límites imperiales, se establecieron relaciones y obligaciones con los pueblos del entorno que implicaban “de facto” el reconocimiento de la supremacía romana y una restricción de la soberanía de las “externae gentes”. Dichos pueblos, para mantener cierto grado de autonomía se veían obligados a transigir con determinadas imposiciones; entre ellas también la entrega de un determinado contingente de soldados para el ejército romano. 

Para algunos autores la implantación de este tipo de política en la península ibérica podría ser la verdadera explicación de la presencia de guerreros celtíberos, cántabros y otros pueblos norteños colaborando con los ejércitos romanos bastantes años antes de las Guerras Cántabras. Mejor esto que creer en una naturaleza innata para la guerra que les llevaba a emplearse como mercenarios, según una retórica mitificada que se extiende en buena medida hasta nuestros días como soporte a la supuesta historicidad del moderno “lábaro cántabro”. 

Esta práctica se vería prorrogada en los siglos posteriores, entre otras cosas porque lo nuevos legionarios contaban con el aliciente del salario y la posibilidad de obtener la ciudadanía romana a la hora de licenciarse.

Fuente: “Los Cántabros en la Antigüedad. La historia frente al mito.” VVAA. Universidad de Cantabria (2008)

martes, 24 de abril de 2018

EL MOVIMIENTO COMUNERO EN LAS MERINDADES DE CASTILLA.



Con independencia de que su importancia haya sido quizá sobrevalorada y que hoy en día venga a simbolizar a un territorio con el que muchos encuentran dificultades en identificarse, lo cierto es que el levantamiento comunero fue en esencia un movimiento considerablemente digno dentro del margen de maniobra que permitía la época.

En estas circunstancias resulta especialmente llamativo que algunos, en su no siempre bien disimulado afán de desvincular al territorio de Merindades de todo lo que tenga que ver con Castilla y lo castellano, hayan llegado a afirmar que la zona se mostró totalmente indiferente a la rebelión comunera. Al contrario, la realidad es que dentro de la actual provincia de Burgos en donde más eco tuvieron las sublevaciones de carácter antiseñorial asociadas a dicho movimiento.

Cabe decir que aunque el movimiento comunero tuvo un carácter esencialmente urbano, en muchas áreas campesinas se vio secundado con las revueltas en las que sus habitantes se rebelaron contra el poder señorial De hecho, esta circunstancia contribuyó de forma decisiva al alineamiento de los nobles del bando realista.

Fue precisamente en zonas como las Merindades de Castilla, donde la jurisdicción era de realengo pero los nobles (en este caso el todopoderoso Condestable de los Velasco) ejercían de facto el control del territorio, donde mayor eco tuvieron estos levantamientos, porque sus habitantes eran conscientes de que el control señorial se ejercía de manera ilegal. Además no hay que olvidar que en Merindades había un porcentaje muy alto de hidalgos y se sentían orgullosos de su pasado histórico.

En esta situación, se tiene constancia de que los comuneros burgaleses en determinados momentos animaron a la zona a sumarse al movimiento. Sería en la segunda mitad de 1520 cuando los regidores locales deciden pasar finalmente a la acción: los funcionarios de los Velasco son sustituidos, los presos liberados, lo símbolos del poder señorial destruidos (como poner “horca y picota”) para demostrar el deseo de recuperar su autonomía judicial.

En una carta por esas fechas, los procuradores generales Juan Ruiz y Juan Lopez Rueda afirman con rotundidad que las Merindades siempre fueron de realengo y que luchan por sus libertades: “sólo el súbdito, el hombre sin dependencia señorial, puede servir plenamente a la corona”. La junta les comienza a apoyar nombrando para la zona a un Bachiller disidente como corregidor de las Merindades: Diego Ramírez de Guzmán. Se da una nueva administración a la zona.

Un testimonio de un procurador de la Merindad de Montija en 1520 indica que “los vecinos de las Merindades de Cuesta Urria y Valdivielso fueron los que dijeron, levantaron y publicaron que habían hallado una epístola encima de un moral, que dicen que había caído del cielo, en la que dice que se contenía que las Comunidades, por tener justicia y razón…que habían de ser ayudadas y favorecidas de la mano de Dios contra los lobos robadores y otras muchas cosas en favor de las Comunidades y en contra de los tiranos caballeros, llamándolos lobos robadores y tiranos”.

En torno a la semana santa de 1521 el hijo del Duque de Najera se presenta en Medina de pomar con un fuerte contingente militar y consigue someter provisionalmente a la villa, recuperándola para la nobleza. Pero, cuando el condestable se encamina a Tordesillas, los comuneros de Las Merindades ponen cerco a Medina esperando el posterior apoyo del Conde de Salvatierra (que había abrazado la causa comunera). Este es, sin embargo, derrotado en la batalla del puente de Durana y el cerco a Medina fracasa.

Caro pagarán los habitantes de las Merindades por su participación en el movimiento. Por el incendio de los arrabales de Medina se les exigió 1.800.000 maravedíes, los oficiales de la villa les reclamaron 20.000 ducados, el Condestable 3.000 etc…

En la imagen, el Castillo-Alcázar de Medina de Pomar

lunes, 23 de abril de 2018

CREENCIAS TRADICIONALES BURGALESAS RELACIONADAS CON LAS TORMENTAS.




Quizás después de los sustos de ayer sea buen momento para recordar algunas de las creencias que tenían nuestros antepasados en relación con las tormentas. Una de las mas curiosas es aquella que postulaba que durante estos eventos era bueno refugiarse bajo majuelos endriniegos, porque supuestamente en uno de estos arbustos posó el manto la Virgen. Existía al menos en los pueblos de Villanueva de rio Ubierna, Torres de Abajo y Bezares.

Pero la práctica más común contra las tormentas era un determinado tipo de toque de campana. El supuesto poder de las campanas para alejar a las tormentas tiene que ver sin duda con su material metálico. Todo lo metálico está hecha por el hombre, y además en este caso con la ayuda del fuego que todo lo purifica, y por ello han sido considerados como protección contra todo mal.

Tal vez en relación con esto esté otra creencia mucho más llamativa y que sin embargo estaba bastante extendida en Burgos: La colocación de un hacha a la puerta de casa, con la punta hacia arriba, servía para atraer hacia sí los rayos y evitar el daño al edificio. Los antropólogos la registraron en Huidobro, Cantabrana, Orrantia, Carazo, Tablada del Rudrón, Vizcaínos, Torres de Abajo, Bortedo, La Aldea y Villarías. Las hachas puestas en punta han sido también usadas contra tormentas por su condición metálica en pueblos del Pirineo o de Jaén.

En la imagen, tormenta en el Valle de Losa. Autor: Raul G. Coto.

domingo, 22 de abril de 2018

¿Existía una conciencia colectiva de pertenencia al pueblo cántabro?

Lo que viene a continuación sería probablemente aplicable a autrigones, turmogos… pero por razones políticas actuales (desde luego ni impulsadas ni queridas por nosotros) nos resulta especialmente interesante plantearlo para el caso de los pueblos cántabros. 

Más allá de esas llamativas descripciones de los cronistas romanos y que para parte de la historiografía moderna son símbolo de fuerte identidad y de aguerrida defensa de la independencia, son varios los expertos que ponen en duda que existiera una conciencia colectiva de pueblo tanto en los cántabros como en otros pueblos prerromanos. En este caso, las agrupaciones generalistas como tales (especialmente las referidas a los cántabros) podrían venir dadas más bien desde la óptica romana y que las narraciones más explícitas buscasen una determinada finalidad relacionada con ofrecer a los ciudadanos romanos una imagen de barbarismo que debía erradicarse. 

Estos pueblos tenían en común una forma de vida asociada a un entorno montañoso, pero no hay ninguna evidencia de que hubiera una estructura de organización supracastral, salvo quizá pactos puntuales para afrontar problemas comunes (como en su caso sería la conquista romana). Precisamente este entorno montañoso en el que las comunicaciones son tan difíciles dificultan aún más la aceptación de la existencia de estructuras mínimamente organizadas para la organización de territorios tan relativamente amplios.
Estela de Luriezo (Cantabria), con referencia a la "gens" de los Ambáticos."Monumento de Ambato Pentovieco, de los Ambáticos, hijo de Pentovio, de 60 años. Sus hijos Ambato y Doidero pusieron este monumento".

Parece, por el contrario, que en estos pueblos el núcleo principal de organización era el castro u “oppidum” e incluso la gentilidad, denominada “gens”o “cognationes”, entendida esta como una concepción amplia de la familia. Este tipo de vinculación grupal era frecuente no sólo entre los cántabros y astures, sino también en otros pueblos de la meseta oriental (arévacos y pelendones), en la margen derecha del Ebro medio y en el Sistema Central.

A una escala mayor, lo que tradicionalmente consideramos como pueblos (várdulos, caristios…) están compuestos a su vez de varios “populi” (al menos nueve en el caso de los cántabros). Este hecho parece ahondar en la posibilidad de que las agrupaciones genéricas fuesen quizá más una solución práctica por parte de la metrópoli que facilitaría su clasificación y denominación.

Es verdad que en epigrafías de periodos posteriores se hace referencia a los cántabros, pero este hecho se produce precisamente tras la integración al imperio romano, como surgimiento de un sentimiento de pertenencia regional (este hecho también se produjo en otros lugares del imperio, por ejemplo el concepto de “Gallaecia” es una construcción romana). 

Estela de Dovidero. Museo de León. En la misma se hace mención a un "prínceps Cantabrorum", Más allá de la euforia inicial que produjo entre determinados sectores este hallazgo, actualmente se interpreta a este prínceps como una especie de "colaboracionista" de la metrópoli.

Citamos textualmente lo que se dice al respecto en el libro “Los Cántabros en la Antigüedad. La historia frente al mito.”: “Más bien creemos que cada “populus” tuvo su propio territorio, autónomo e independiente, el “oppidum” y sus aledaños que le servía para cubrir tanto sus necesidades económicas de subsistencia como de seguridad ante la posibilidad de amenazas externas. Podemos así suponer que enfrentarse a los ejércitos romanos fue más bien una cuestión de supervivencia individual de cada “oppidum” implicado, y no tanto una cuestión de resistencia unida y organizada contra el invasor del territorio “común”. El único factor que verdaderamente les unió de forma coyuntural fue probablemente entrar en la categoría de “hostes rei publicae”.

Fuente: “Los Cántabros en la Antigüedad. La historia frente al mito.” VVAA. Universidad de Cantabria (2008).
“Arqueología de los Autrigones. Señores de la Bureba”. Rosa Sanz Serrano, Ignacio Ruiz Vélez, Hermann Parzinger (2012).
“La Edad del Hierro en Las Loras y el Interfluvio Pisuerga-Arlanzón”. Ignacio Ruiz Vélez (Boletín de la Institución Fernán González. 2005/2)

La floración de los cerezos de Las Caderechas



La floración de los cerezos de Las Caderechas empieza a estar en su apogeo, al menos en los términos de los pueblos más bajos del valle. Así que desde este fin de semana puede ser una bonita opción para su contemplación. La naturaleza a "pie de flor".
Fotos de ayer mismo.


sábado, 21 de abril de 2018

PRIMAVERA JUNTO A LA TORRE DE LOS VELASCO, EN LA ICÓNICA VALPUESTA.


Estamos ante uno de los lugares punteros y más antiguos donde surgen y se constatan las primeras y más antiguas palabras del romance castellano en sus famosos Cartularios.

En ellos los escribanos se empezaron a hacer eco de las palabras que sus paisanos merineses ya utilizaban para entenderse, y que denotaban un progresivo distanciamiento el antiguo latín impuesto por la Iglesia.


En definitiva, el más antiguo registro conocido de la lengua que cientos de millones de personas utilizamos en la actualidad, a veces para entendernos y otras no tanto.

ASÍ ERA UNA LOBERA

Lobo ibérico (foto de Lobopedia)

" Las loberas que aquí se mencionan eran construcciones de piedra, generalmente con dos paredes que llegaban a sobrepasar los dos metros de altura, que iban estrechándose como un embudo hasta converger en un punto en el que se encontraba un foso. Éste era lo suficientemente profundo como para que los lobos, obligados por la batida a caer en él, no pudieran escapar.

En el interior de alguna de estas construcciones, y situados estratégicamente, se encontraban pequeños refugios, también de piedra, llamados " esperas ", que servían para apostarse los cazadores, quienes desde allí azuzaban a los lobos con el fin de que se dirigieran al foso sin dar marcha atrás.


Una vez caídos en él, bien podían ser capturados vivos para ser exhibidos y juzgados en el pueblo donde más daños hubieran causado, o bien dados muerte allí mismo.

Durante el juicio al lobo, éste sufría las más variadas vejaciones para al final terminar decapitado.

Sobre el origen de estas trampas se ha especulado mucho, incluso se han dicho que pudieran ser prehistóricas. Pero lo cierto es que ni existe documentación que certifique su edad, ni tampoco ha sido excavada ninguna de ellas en Burgos, por los que los hallazgos arqueológicos han sido nulos ".

Del libro, Burgos en el recuerdo, de Elías Rubio Marcos.

jueves, 19 de abril de 2018

NUESTRA FAUNA EL TEJÓN


Seguimos con nuestras " aves nocturnas " ( recordad el post de 23 de enero sobre la gineta ) y en este caso hablamos del tejón, un ilustre merinés al que los estudiosos llaman meles meles y nosotros en Merindades, tan chulos como un ocho, así como en otros sitios de Burgos y de España, llamamos tasugo. ¿ Por qué ? ni idea. Pero es así.

El tasugo tiene el tamaño de un perro mediano aunque con las patas más cortas y con una cabeza triangular. Las patas son robustas y el hocico muy alaaaargado.

Los tejones son muy sociables y se les ve en pandillas de hasta 23 individuos. Son tremendamente juguetones y se alimentan un poco de todo, sin olvidar la rica carroña.

Suele vivir en estribaciones montañosas ( Merindades es un sitio ideal también para el tasugo ) especialmente entre bosques claros de frondosas y pastizales.

El apareamiento tiene lugar entre primavera y verano y, mientras se realiza, al macho le encanta darle mordisquillos a la hembra.

No esperes verles de día pues lo que les gusta es salir de garito en garito por las noches.

Pero lo que más llama la atención de estos queridos merineses son sus casas, las tejoneras, a las que a veces se ha definido como auténticas catedrales subterráneas. Se han encontrado tejoneras con más de 879 metros de túneles, con 50 compartimentos y 180 entradas. Estas tejoneras tienen incluso conductos de ventilación y son construidas por ellos mismos mediante excavación.

Entre sus enemigos se encuentran el lobo, el lince, el zorro, la gineta, el gato montés, el oso, así como las aves rapaces y, a veces, nosotros los humanos.

Ah, se nos olvidaba, el tejón es común en toda Europa y no hay nada en nuestro tasugo que lo distinga de los tejones del resto de nuestra querida provincia ni del resto de España. Misma cantidad de patas y más o menos el mismo pelaje. Y si alguien te insinúa lo contrario no le hagas ni caso, son sandeces de alguien que ha visto muchas pelis de romanos.

O como dice el poeta: " tejos y tejones veredes
a raudales en Merindades 
y en otras muchas localidades ".

La preciosa foto se la hemos " robado " a Jorge Jáuregui Campos

miércoles, 18 de abril de 2018

CREENCIAS BURGALESAS RELACIONADAS CON EL CUCO.



Existía una curiosa tradición relacionada con el canto del cuco: Algunos grupos de mujeres, al escuchar su canto trataban de averiguar los años que les quedaban hasta casarse, en función de las veces que se oía el sonido: “pecu, peculillo, rabo de escoba, ¿Cuántos años faltan para mi boda?”. Esta preciosa tradición fue recogida en Quintanilla Escalada y Palacios de la Sierra. En Portugal se ha documentado la fórmula “cuco da Ribeira, quantos anos me dás de solteira?”. También en mucho otros países.


Respecto al cuco, su canto también servía para intuir la llegada del buen tiempo: “el cuco que no canta en abril, o se ha muerto o no quiere venir”. Variantes de este dicho se escuchaban en lugares como Cobos de la Molina, Munilla, Poza de la Sal, Mozuelos de Sedano, Ahedo de las Pueblas, Peñahorada, Cuatro Rios Pasiegos, Villamudria, Urrez, Espinosa de Juarros, Vizcainos o Bortedo,.

En realidad, ya aparece citado en el “Vocabulario de refranes y frases proverbiales”, de Gonzalo Correas, pulbicado en 1627. A modo de ejemplo de la extensión de este proverbio, en Italia se dice “al cinque d’aprile, il cucco deve venire”.

Fuente: "Creencias y supersticiones populares de la provincia de Burgos". Elias Rubio, Cesar-Javier Palacios, José Manuel Pedrosa. 2007.

Foto de Mario Alonso tomada en las cercanías de Medina de Pomar
.http://avesnortedeburgos.blogspot.com.es/


El cuco también es denominado en la Bureba como El Pecu, (extensible también a Las Merindades),  y viene recogida dicha denominación en el libro el Habla de La Bureba. Referencia aportada por Miguel Zález. 

¿POR QUÉ PUBLICAMOS ARTÍCULOS SOBRE LAS TRADICIONES Y CREENCIAS POPULARES DE BURGOS?



Al igual que la arquitectura popular, las iglesias, los castillos... nuestros antepasados nos dejaron un patrimonio inmaterial que deberíamos intentar conocer y preservar con el mismo cariño. Difundir y valorar este patrimonio es sin duda nuestro principal incentivo a la hora de publicar estos artículos. Pero, siguiendo el perfil de sinceridad que intentamos que caracterice nuestro hacer, queremos haceros saber que tenemos otro motivo.


Nos parece evidente que la página de los cantabristas, (La de la "supuesta" Cantabria Burgalesa) utiliza con frecuencia el recurso a historias o costumbres existentes en el pasado tanto en Cantabria como en Merindades para intentar crear una conciencia de que ambos territorios tienen un "corpus" cultural común, diferente (eso lo intentan dejar claro con frecuencia) al del resto de la provincia de Burgos.

Lo cierto es que, más allá del recurso a imágenes sabiamente escogidas (sabemos que dominan la psicología y el marketing), la gran mayoría de las costumbres y tradiciones que allí se presentan, o bien son minoritarias en Merindades, o bien no es que sean cántabras o merinesas, ni siquiera burgalesas o castellanas; es que se pueden encontrar paralelismos de las mismas en muchos lugares de la península e incluso fuera de ella.

Así que hemos decidido ofreceros la posibilidad de saber que muchas creencias y tradiciones ancestrales existían a lo largo y ancho de la provincia de Burgos. Así que todos podemos jugar al juego de la "identidad territorial cultural ancestral". Es decir, que bajo ese enfoque la provincia de Burgos es tan homogénea o tan heterogénea como muchas otras
Seguiremos informando (en nuestro próximo post tendréis un ejemplo de lo que os estamos contando)

Puedes volver a leer alguno de los post publicados sobre el tema en

En la imagen, un grupo de vecinos de El Berrón en la romería de San Bernabé de 1967 (Archivo Municipal de Burgos).

martes, 17 de abril de 2018

El predictor astral de la cultura autrigona

Hace unas semanas el bloguero Zaléz difundía un interesante estudio acerca de una pieza de la cultura autrigona que hasta ahora se había tomado por un "simple" porta estandarte o contera de espada.



Pero unos aficionados a la arqueoastronomía han prestado más atención a esta pieza hasta llegar a la conclusión de que se trataba de un complejo predictor astral mediante el que se preveían solsticios, equinoccios... e incluso ECLIPSES. Sí, parece una película mental, pero os pedimos que veáis el vídeo con mente abierta. ¿Realmente una cultura que fuese capaz de desarrollar esta tecnología estaba "a merced" de los Cántabros?-


lunes, 16 de abril de 2018

Anémone Hepática o Hepática Nobilis


Anémone Hepática o Hepática Nobilis. Hierba de la Trinidad. Trébol dorado. Viola de lobo. Es una planta de la familia de las ranunculáceas y es tóxica en crudo. En seca la toxina se degrada. La que mostramos es de flores hexapétalas. El nombre de hepática proviene de la semejanza de la forma de las hojas con el hígado. El envés, además, es de un color similar al de ese órgano.
Muy frecuente en nuestros bosques merineses.

Ficha cedida por Tierras de Obarenes.:

PLÁGARO (Valle de Tobalina)


Plágaro. Uno de los pueblos del silencio bajo la bruma del olvido.(Valle de Tobalina).

AHEDO DE LAS PUEBLAS

Bolera


AHEDO DE LAS PUEBLAS 
Nuestros pueblos

El topónimo “Puebla” hace sólo alusión a su carácter de tierra repo-blada, sin indicar el origen de sus pobladores. A esto responden lo mismo que otras muchas Pueblas en la provincia de Burgos y alrededores como las variantes Poblas y Polas de la geografía Española y portuguesa
Esto que el nombre viene de la época de la Reconquista 
El topónimo Ahedo, Haedo es un bosque de hayas muy común en estas zonas.


La iglesia de San Nicolás en Ahedo es del siglo XVIII y tiene a destacar una cabecera cuadrada románica canes bastos y bajo relieve de tradición Mozárabe.

Ahedo de las Pueblas pertenece a la Merindad de Valdeporres y se erige en el alto denominado Montoto “dolmen de montaña” y efectivamente no podría ser de otra forma ya que uno de los tumulos prehistóricos funerarios como los cercanos en Busnela y el otro “Pueblas” como es Robredo se encuentran en esta zona

domingo, 15 de abril de 2018

Sobre los "pacíficos" autrigones prerromanos


En la documentación romana a los autrigones se les presta poca atención, aparecen tarde y cuando lo hacen es de manera somera, como un pueblo que apenas opuso resistencia a la dominación romana y que en su momento tuvo que llamar en su auxilio al imperio ante los ataques de los cántabros.

El libro “autrigones, señores de la Bureba” nos ofrece la posibilidad de contemplar a este pueblo bajo otro prisma. En primer lugar, el supuesto pacifismo de los autrigones explica difícilmente el armamento encontrado en sus necrópolis; cuya existencia no se puede explicar por el peligro de sus vecinos de las montañas, peor equipados, sino por la amenaza de los propios romanos.


Ajuares guerreros (Miraveche) expuestos en el Museo de Burgos.
En las fuentes más antiguas no se menciona a los autrigones, y sí sin embargo a los cántabros, turmogos y astures; por lo que una posibilidad es que los romanos inicialmente los confundiesen con los primeros. Estos grupos aparecen ayudando a los numantinos (en torno a 151 aC); y de ser cierta esta hipótesis habrían estado, al menos durante ese periodo, en contra de Roma.

En las guerras sertorianas (76 aC) aparecen por primera vez en la documentación, como aliados de la causa de Pompeyo. Pero el texto dice específicamente que apoyaron con jinetes y guías, es decir con mercenarios de este pueblo. No queda claro que se hayan constituido como pueblo dentro del sistema clientelar romano, como otros pueblos menos belicosos más al sur. Quizás fue sólo un apoyo temporal y coyuntural para la defensa ante un rival que en ese momento era peor, Sertorio. Estos apoyos puntuales de tipo mercenario eran relativamente comunes, existiendo integración en las tropas romanas incluso de algunos cántabros.

Más información en “Arqueología de los Autrigones. Señores de la Bureba”. Rosa Sanz Serrano, Ignacio Ruiz Vélez, Hermann Parzinger (2012).

En la imagen, parte del ajuar funerario encontrado en la necrópolis de Villanueva de Teba (Museo de Burgos)




viernes, 13 de abril de 2018

LAS LOBERAS DEL NORTE DE BURGOS


LAS LOBERAS DEL NORTE DE BURGOS 

" Para que la captura del lobo no acarreara serios peligros a los cazadores, se ideó una curiosa trampa de piedra, que hoy conocemos como loberas. No es exclusiva de Burgos. Tenemos constancia de su existencia en el País Vasco, Palencia y León. En Burgos se han localizado un total de 12 loberas, todas ellas en la mitad norte, tres en Berberana y una en cada uno de estos pueblos: Castrobarto, Relloso, Espinosa de los Monteros, Villabasil, Pérex, Río Losa y Huidobro.

EL CORRAL DE LOS LOBOS ( HUIDOBRO )

La hoya en cuyo fondo se haya el pueblecito de Huidobro está circundada por un espeso monte de hayas, robles y carrascas. Un perfecto hábitat para nuestro amigo " Canis lupus ", que hizo de esta espesura su morada, quizá pensando que detrás quedaba el desolado páramo. Ya Madoz observa la presencia de muchos lobos en la zona. Por ello no es de extrañar que aquí se encuentre una de estas loberas. Denominada el Corral de los lobos, es la más meridional de todas ellas y resulta extraño que a partir de aquí no se encuentre ninguna otra construcción de este tipo, ni siquiera en las zonas serranas, lobunas por excelencia.

La boca de la lobera se abre, como es lógico, al borde del cortado que da vista a la citada hoya, en un lugar conocido como Portillo del lobo. Dadas las condiciones orográficas, no resultaba difícil, por medio de perros, ojeadores y cazadores, hacer converger a los lobos en el fatal pozo, hoy cegado, a través del embudo con altas paredes de piedra.

De la antigüedad de esta lobera, única en Burgos con pozo circular, situada en una importante zona dolménica, nos habla el hecho de que ni las personas más mayores de la zona, ni los abuelos de éstas, recuerdan la época de su construcción, como que tampoco tengan conocimiento de haberse realizado batidas en torno a ella. 

Sólo un hombre de Gredilla de Sedano, a quien cariñosamente apodaban el Churrillo y que murió centenario, nos recordaba que antigüamente en el Corral de los lobos se reunían los pastores de Nocedo, Gredilla, Villaescusa y Huidobro.
En la actualidad esta arruinada trampa de lobos sigue siendo un punto de referencia para los cazadores deportivos, habiéndose constituido en lugar fijo de ojeo para el jabalí " .

Del libro, Burgos en el recuerdo, de Elías Rubio Marcos.

Foto de arriba 7 Merindades. 

Foto de abajo: Visita las Merindades.

EL OSO VUELVE A MERINDADES


EL OSO VUELVE A MERINDADES

Con la llegada de la primavera volverá a visitar nuestros bosques el oso pardo cantábrico, como ha hecho ininterrumpidamente todas las primaveras desde que se constatara su presencia por primera vez en 2010. Los últimos osos cantábricos merineses fueron cazados en los años 50 en el valle del río Engaña y, desde entonces, han apareciero muy ocasionalmente.

En los últimos años su presencia es temporal - no están asentados aún en Las Merindades- pero constante. En 2017 por primera vez una hembra con dos crías volvió a pisar nuestra comarca, mientras varios ejemplares macho la recorrieron pasando por los valles más norteños de nuestra tierra y recorriendo las montañas más meridionales hasta el extremo oriental de los montes Obarenes.

Hace dos años la Fundación Oso Pardo anunció que estudiarían los posibilidades de Las Merindades para que se asentara una población osera permanente, pero no hemos vuelto a saber nada de aquello. Los que somos de esta tierra sabemos que nuestros bosques y prados ofrecen un magnífico territorio para su presencia una vez se haya recuperado definitivamente en las vecinas montaña palentina y Campoó. Los pastos más altos de Valdeporres, Sotoscueva y los 4 Ríos Pasiegos son zonas abundantes en arándanos o "ráspanos", como los denominamos por aquí y que permiten la alimentación de los plantígrados al final del verano y antes de la montanera de la rebolla y la bellota.

Por ahora están de paso. Son machos jóvenes en busca de hembras con las que aparearse,  que abandonarán nuestra comarca de vuelta a Campoó cuando comience el verano. Pero muy pronto se asentarán permanentemente aquí y se volverá a dar uso a construcciones antiguas que intentaban prevenir los ataques de oso.




Romerias destacadas de la provincia


Romerias destacadas de la provincia..
Cada año los vecinos recuerdan el trayecto que, según la tradición, realizaba Santo Domingo hasta las ruinas de Clunia (junto al pueblo de Peñalba de Castro). Es tradicional hacer este camino a pie (o incluso a caballo) acompañando a quienes portan la imagen del Santito (tarea reservada a los recién casados). A mitad de camino se hace una parada en Araúzo de Torre. Una vez en las ruinas de Clunia se hace una comida campestre (con platos tradicionales como la leche frita) y se visita la ermita donde se halla la imagen de la Virgen de Castro. A la vuelta se para de nuevo en Araúzo de Torre, donde se hace una merienda y despedida.
La popularidad de la cita la ha convertido tradicionalmente, como cuentan algunos lugareños, en el momento elegido por muchas parejas casaderas para hacer público el compromiso. Es también con frecuencia el punto de encuentro de futuros enamorados, ya que a la devoción religiosa, siempre se sumó el carácter de encuentro de hermandad y estrechamiento de lazos entre los habitantes de pueblos vecinos.
Nota: Todos los años el tercer domingo de abril, (el cuarto si coincide con el domingo de Resurrección)

El Dolmen de la Cotorrita (Porquera de Butrón Juan



El Dolmen de la Cotorrita (Porquera de Butrón) muy próximo a dicha localidad y cerca de Dobro. Este dolmen se nos muestra con la típica estructura de corredor que concluye en una cámara amplia rodeado de hortostatos y orientado de Este a Oeste.Fue construido hace 5.500 años y fue excavado en el año 1969 cuando ya había sido saqueado. En la cámara principal aparecieron restos de quince individuos, donde destaca uno en posición fetal, acompañado con un cuenco liso cerámico. Igualmente fue hallado un ajuar del neolítico consistente en diversos cuchillos de silex, un punzón de hueso y dos hachas de ofita pulimentada, de cuya procedencia se insinúa fuese del batolito de Poza de la Sal donde existe este mineral.

Fotos de Pedro Núñez.


miércoles, 11 de abril de 2018

Portada románica de la iglesia de Almendres

Portada románica de la iglesia de Almendres, en la Merindad de Cuesta Urria, bajo la advocación del patrono de Castilla, San Millán Abad. De finales del siglo XII. Dicha portada es muy similar a las de Bercedo, Miñón y Soto de Bureba. De obligada visita para los amantes del románico.

CUANDO LAS GRULLAS VAN A LA PEÑA, COGE EL CARRO Y VETE A POR LEÑA


CUANDO LAS GRULLAS VAN A LA PEÑA, COGE EL CARRO Y VETE A POR LEÑA...

...y cuando las grullas van al mar, coge el arado y vete a arar". Así se decía en lugares como Bortedo o Argés, haciendo referencia a la información que daban a los campesinos las migraciones de las aves.

Variantes de este "dicho" se conocían en otros lugares de la provincia, como Munilla, La Nuez de Abajo, San Miguel de Pedroso, Abajas, Santa Cruz de Juarros, Rebolledo de la Torre, Peñahorada o Vallejo de Mena.

Fuente: "Creencias y supersticiones populares de la provincia de Burgos". Elías Rubio. Cesar-Javier Palacios, José Manuel Pedrosa.

Grulla fotografiada por Rufino Hernández en el embalse de Arauzo de Salce (Burgos). https://avesdeburgos.blogspot.com.es/

La propuesta de división entre autrigones y cántabros de Juan José García González

Juan José García González es catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Burgos. Coordinador en su día de las "Jornadas Burgalesas de Historia Medieval" y de las obras "Historia 16 de Burgos" (tres tomos) e "Introducción a la historia de Castilla". Es fundador y director de tres colecciones científicas de Historia Medieval. Entre sus publicaciones más recientes destacan Estudios sobre la transición al feudalismo en Cantabria y la cuenca del Duero (1999) y Castilla en tiempos de Fernán González (2008). Dado su origen (Novales, Cantabria) creemos que es poco sospechoso de poder ser acusado de “castellanista”.

Ha dedicado la mayor parte de su trabajo al estudio de la Edad Media en nuestro entorno. En todo caso, para la interpretación de los hechos de dicho periodo ha tenido con frecuencia que retrotraerse a épocas anteriores para ofrecer explicaciones e hipótesis consistentes. En este contexto queremos reflejar aquí la propuesta de división entre cántabros y autrigones que aparece mostrada en su libro “Castilla en tiempos de Fernán González” (pag 68).

El mapa trata de reflejar el hecho de que los celtas-autrigones desplazaron a los cántabros a las zonas más montañosas, guardando para sí las áreas de mayor potencial cerealista (al respecto hemos hablado en un artículo anterior). De esta manera, quedarían bajo el territorio de los autrigones las llanuras de Villarcayo y Medina, extendiéndose hacia el sur hacia Valdivielso y hacia el norte al menos hasta las zonas más bajas de Montija, Espinosa y Sotoscueva.


lunes, 9 de abril de 2018

Las fronteras de cántabros con autrigones y turmogos


Castro Grande (Valle de Mena), Foto de Crispu Mena

En la época inmediatamente anterior a la invasión romana, el norte de la provincia de Burgos estaba ocupado por los pueblos cántabro, autrigón y turmogo. Sin embargo, no existe en absoluto consenso científico sobre cuáles eran los límites entre ellos y en realidad este es un aspecto sobre el que los diversos analistas suelen pasar de puntillas.

Algunos expertos consideran que toda la comarca de las Merindades estaba ocupada por los pueblos cántabros, otros que la mayoría de la misma, otros que la mayoría correspondía al pueblo autrigón…Igualmente indefinido es el límite entre cántabros y turmogos en la zona de las Loras.

Las fuentes romanas no son demasiado de fiar, puesto nos ofrecen información parcial, difícilmente interpretable e incluso en ocasiones contradictoria; además de que no dejan de ser “fotos fijas” que difícilmente permiten explicar periodos de varios siglos. Evidentemente el avance en este ámbito deberá provenir de la arqueología, aunque tampoco podemos esperar que sea la panacea.


Castro en el entorno de la Ermita de S. Pantaleón de Losa
De hecho, en la zona de Merindades aún queda pendiente una ingente tarea de prospección de los yacimientos. El conocimiento de todo este sector está también condicionado por la escasa o nula visibilidad superficial debido a la vegetación y la falta de roturación. Por ello, si analizamos de forma crítica los resultados publicados hasta ahora, en muchos casos la asignación de muchos castros incluso a la segunda Edad del Hierro es con frecuencia dudosa. Por otro lado, y más allá de interpretaciones más o menos voluntaristas, y del éxito de la expresión “castro cántabro”; lo cierto es que hasta ahora no hay tampoco datos objetivos genéricos que permitan diferenciar un castro cántabro de otro autrigón o turmogo.

Necrópolis tumular del castro La Polera de Ubierna

Y es que, excepto en lo relativo a su diferente interacción con el invasor romano; existen indicios de que las diferencias entre estos pueblos no eran tantas como las que se presupone. Y además tenemos que tener en cuenta que el concepto de “frontera” es algo esencialmente moderno que no casa para nada con el enfoque prehistórico en donde en general el límite se correspondía más con una zona de intercambio que con una zona de enfrentamiento.

Trataremos este tema en próximos artículos, pero para cerrar el artículo con una pequeña aproximación, consideraremos como cántabros los castros de Peña Ulaña y Peña Amaya así como la muela de Dulla (en donde parecen haberse encontrado algunos indicios de enfrentamiento entre cántabros y romanos) y todos los territorios situados al norte y oeste de los mismos.
Mesa del Dulla (Desde el parque eólico  de Haedo de las Pueblas)
Consideraremos turmogos Sasamón (Segisama), y autrigones Poza de la Sal (Salionca) y Castro Urdiales (Portus Samanus), Así como los territorios situados al este de la zona que los une. ¿Y entre medias? Entre medias una gran incógnita.

Más información en:
“La edad del hierro en la provincia de Burgos” José David Sacristán de Lama. (2007)
“Los Cántabros en la Antigüedad. La historia frente al mito.” VVAA. Universidad de Cantabria.